La ciudad elegida era Torrejón de Ardoz que al encontrarse celebrando las fiestas patronales contrataron a esta divertida banda, idónea para amenizar las ferias y fiestas.
Con media hora de retraso se presentaron en escena 16 hombres ataviados con disfraces de monjes como era tradición, cuatro de los cuales eran los músicos y todo empezó a ser un auténtico espectáculo con la más sana intención de hacer disfrutar a los que allí nos hallábamos presentes.
Canciones de siempre como “Duba-duba“, “me duele la cara” o “Manué“, se mezclaban con temas nuevos o populares: “te casaste la cagaste“, “Iba a tomar una caña y me lié“, o “Paquito el chocolatero“.
Entre tema y tema la puesta en escena resultaba de lo más variada, desde lanzarse al público, eructar el nombre de la ciudad en fiestas, hasta ofrecer whisky al respetable entre los que se incluye un servidor.
El momento más esperpéntico y divertido resultó ser cuando Sergio Aguado solicitó que subiesen al escenario chicas para cantar el mítico tema; "Simca 1000", produciéndose un total colapso de personas en el escenario con bailes de lo más atrevido, piruetas, saltos y lanzamientos de féminas por los aires, rozando la perversión en algún momento.
Pero al tratarse de un concierto para todos los públicos, los niños también tuvieron su momento de gloria subiendo al escenario casi una veintena de niños, para cantar entre confeti, disfraces y sonrisas, las canciones de siempre de los payasos de la tele.
Amena noche en la que se podía observar las caras de alegría entre las personas que disfrutábamos del show con la sensación de haber merecido mucho la pena el viaje hasta Torrejón.
Por cierto salimos muy guapos entre el público Chus y yo.
Juan Carlos.
