EL CABALLO DE TROYA

En 1973 las Fuerzas Aéreas Norteamericanas, después de varios años de preparación y tras un sinfín de peripecias, ejecutaron en pleno corazón de Israel uno de sus proyectos más secretos, que fue bautizado como "Operación Caballo de Troya".
Esta singular y excitante operación fue plasmada a modo de novela, con documentos reales por el periodista y escritor J.J.Benítez en 1984.
El grueso del proyecto esta repartido en ocho partes "independientes" entre sí, de las que sólo voy a comentar la primera.
Una novela inquietante y entretenida, llevándonos por momentos a los mas excitantes acontecimientos de la historia, en especial al principio de nuestra era católica.
Narra el viaje con una máquina del tiempo al pasado por dos astronautas americanos, en cuyo viaje conviven con Jesús Nazaret, sus últimos días como hombre incluyendo su muerte y conociendo al mito por excelencia en la civilización cristiana.
Las experiencias vividas por los astronautas acercan al hijo de Dios conociendo sus creencias y experiencias quedando narradas en unos informes secretos, que llegaron de una forma perfectamente explicada a las manos del escritor de la novela.
Como en numerosas obras de éste estilo, se crean dos tipos de expectaciones, unas que creen y teorizan acerca de los escritos del libro y otras que lo tachan de fantástico y ficticio directamente.
Mi opinión personal, es que se trata de un buen libro de lectura amena, interesante y que engancha al lector desde las primeras páginas, imaginando cada momento relatado por el escritor. En lo que al tema "delicado" de los actos de Jesús o sucesos bíblicos acontecidos, opino que consigue lo que busca el escritor de la obra ;reflexionar acerca de ello y polemizar sobre la veracidad del libro.
Por ello y en estas épocas estivales si queréis pasar un rato agradable con un buen libro , "El caballo de Troya" es el idóneo, teniendo en cuenta que si resulta corto y entretenido, podéis leer los otros siete ejemplares para terminar el proyecto secreto del viaje del tiempo.
Juan Carlos.