En estos días el gobierno ha subido un 15% el precio del tabaco y alcohol.
A
pesar de tal aberrante abuso, millones de personas siguen fumando
asumiendo que son totalmente vilipendiados siendo utilizados como
auténticos ratoncillos de laboratorio, en lo referente a su salud o en
lo sociológico.
Pero el problema del tabaquismo va mucho más lejos de
su desorbitado precio o su actual persecución cual bruja se tratara.
Existe un obstáculo añadido y a mi juicio mucho más importante; Los
fumadores pasivos.
Las cifras en éste caso resultan totalmente
demoledoras: 600.000 personas mueren al año en todo el mundo víctimas del
tabaquismo pasivo. Mujeres y niños son los más afectados, según
denuncia la Organización Mundial de la Salud.
Increíblemente el 1% de
la población muere por causa indirecta de la nicotina, a las que como
es lógico se suma a esta triste lista también los fumadores 1.3 mil
millones enganchados a ese peligroso vicio.
El problema cada vez
resulta más preocupante, se comienza a fumar a edades más tempranas, y
su composición es nociva y mortal a la par que adictiva que es lo que se
busca desde oscuras y malévolas intenciones.
Puede que sea el
momento de rebelarse indirectamente contra el sistema y dejemos de
depender de éste a nuetra manera, rompiendo los grilletes que nos
mantienen atados incapaces de movernos. Sea mediante el tabaco, alcohol,
o utilizando menos el coche, a fin que recauden por nuestra parte
menos impuestos y se nos critique por algo con fundamento.
Palabra de ex-fumador.
Juan Carlos.
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