Corría el año 1976 en la provincia de Asturias, Elena una joven del lugar, tuvo un aparatoso accidente en la N632, cuando se dirigía a trabajar como camarera en un bar a doce kilómetros de su pueblo.
Elena esa noche llegaba tarde al trabajo, llovía incesantemente y el coche que conducía no se encontraba en óptimas condiciones. Todo eso fue un cóctel fatal que propició su muerte.
El coche se salió de la curva sin que Elena pudiese hacer nada para remediarlo, se dice que la joven falleció en el acto sin conseguir su objetivo que no era otro que llegar puntual al trabajo.
Los trabajos de rescate se aplazaron varios días por la inclemencia del tiempo, y cuando por fin se pudieron reanudar se encontró el coche completamente destrozado , pero nunca el cadáver de la joven.
Pasaron los años y el caso se olvidó y los lugareños pensaban que puede que se hubiese escapado a la ciudad en busca de fortuna, y que seguro que viviría en otro lugar lejos del pueblo.
Años mas tarde....
Dos jóvenes probaban un coche nuevo a las afueras de la ciudad, y recogieron a una joven que hacía autostop.
Los chavales probando la potencia del motor decidieron ir por una zona plagada de curvas , la pasajera en silencio hasta ese momento les advierte: Cuidado, muchachos, porque en la curva que está por pasar ha habido muchos accidentes; en esa me maté yo
El conductor decide entonces aminorar la velocidad, cuando nota que en ese momento el vehículo pierde el control.
Tras unos segundos de tensión el piloto se hace con el dominio del coche, y con la cara desencajada decide parar.
Los dos amigos estupefactos al mirar en la parte trasera del coche vieron que la joven no estaba.
Bueno amigos aquí os dejo una excelente leyenda urbana que posiblemente venga con moraleja. Yo así lo creo.
Juan Carlos
un clásico
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