miércoles, 4 de enero de 2012

La lanza de Longinos



Cuenta una antigua leyenda, que un centurión romano, flaco y débil físicamente resultaba motivo de mofa entre sus compañeros.
Todos los soldados se reían de él, puesto que tenia un problema de visión que le hacia ser mas torpe que los demás.
Longinos era su nombre y tenia 25 años de edad cuando data esta historia, resultaba ser un tanto nervioso y sensible, y la falta de seguridad en si mismo la suplía con una gran religiosidad.
Un día su superior, le ordenó que a la jornada siguiente, debería escoltar a tres delincuentes hasta su castigo, que no sería otro que la pena de muerte.
Aquellos tres malhechores se llamaban ; Dimas, Gestas y Jesús, los tres le resultaron rápidamente conocidos al joven centurión.
Los dos primeros eran unos ladrones del lugar acusados de pillaje, y el tercero era Jesús, últimamente en boca de todos, debido a sus sermones y milagros obrados en el lugar.
Longinos admirador y seguidor de las obras de ese tal Jesús decidió hacer todo lo posible, por salvar la vida del reo ya que era un hombre bueno, y los otros dos eran reincidentes por varios robos.
La noche de antes, Longinos decide hacer un ungüento con diversas plantas medicinales, ya que poseía experiencia al su padre ser boticario, con el fin de crear una anestesia que como mínimo mitigase el dolor del condenado.
Al día siguiente en el camino hacia el monte , donde serian condenados los procesados, el joven centurión al mostrar Jesús una clara deshidratación, éste procedió a mojarle la boca abundantemente con la esponja impregnada del fuerte anestésico, mientras afirmaba estar mojada de vinagre y hiel.
Jesús pasado un tiempo, no sólo se liberó en parte de sus dolores, si no que entró en un estado de inconsciencia tal, que los presentes creyeron que había muerto y le llevaron a su lecho.
Cuando el efecto de la fuerte anestesia pasó ( varios días) tanto Jesús como los lugareños creyeron que éste resucitó de entre los muertos.

Esa podría ser una explicación científica del resucitar del hijo de Dios.
Longinos, también fue célebre entre los textos sagrados por ser el romano que le clavó a Jesús una lanza en el costado, a dicha lanza se le atribuían poderes mágicos.

Mi intención no es poner en entredicho la Biblia o el cristianismo, solo que esta historia llegó a mis oídos hace muchísimos años, y he creído conveniente compartirla con vosotros, espero que os haya gustado.

Juan Carlos.

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