LOS ABANDONADOS

146 millones de niños sufren hambre y la cifra se eleva hasta 652 millones de personas en el mundo.
Podríamos hacer reglas de tres, sumas, multiplicaciones y los resultados serían igual de obscenos.
La mayoría de esos niños fallecen por causas que en nuestro estilo de vida calificaríamos de ridículas y simples; tales como el sarampión, la diarrea o una triste neumonía.
El caso es que estas cifras retumban en nuestros inmunes cerebros, protegidos ya de toda perturbación que nos pueda sacar de nuestros problemas domésticos como el fútbol, nuestro nuevo coche o la partida del sábado. El caso es que nos solidarizamos con esas personas pero no hacemos NADA, yo me incluyo naturalmente.
Sea por pereza, por desconfianza en las ONG, o quizás por que es bastante más cómodo cambiar de canal cuando vemos algo relacionado con el tema, el caso es que continuamos impávidos, inertes ausentes....
En un sólo minuto pierden la vida cinco niños por culpa de la inanición, y muchos más empeoran su estado...en un sólo minuto...
Personalmente desconozco cual sería la solución para erradicar el hambre en el mundo, pero si algo tengo claro es que existen oscuros intereses, por parte de los sucios gobiernos, tales que con una tasa de hambre alarmante siguen invirtiendo en armamento o patrocinando genocidios que siempre quedan impunes.
Entonces llegan las odiosas comparaciones, un niño no tiene agua para sobrevivir y los nuestros cientos de juguetes de los que hacen caso omiso, malgastamos todo, las materias primas la naturaleza y todo a costa de ¿quien?
Mi intención no es cargar con la culpa a nadie, puesto que la gente común no la tiene, pero tener presente que vivimos en la parte del mundo más afortunada y a menudo se nos olvida atormentándonos por simplezas y tonterías, ignorando que millones de personas matarían por nuestra situación.

Juan Carlos.