La gente muere y queda todo ahí, los planes a largo plazo, las tareas de casa, las deudas con el banco, las casas, las joyas, el coche nuevo que compré para tener status...
La gente muere sin siquiera guardar la comida en el refrigerador, todo se pudre, la ropa se queda colgada o puesta en su lugar.
La gente muere, se disuelve toda la importancia que pensábamos que teníamos, la vida continúa, las personas superan tu ausencia y siguen sus rutinas normalmente.
La gente muere y todos los grandes problemas que creíamos que teníamos se transforman en un inmenso vacío. Los problemas viven dentro de nosotros.
Las cosas tienen la energía que ponemos en ellas y ejercen en nosotros la influencia que permitimos.
La gente muere y el mundo sigue siendo caótico, como si nuestra presencia o ausencia no hiciera la menor diferencia. En realidad, no lo hace. Somos pequeños, pero prepotentes. Vivimos olvidando que la muerte siempre esta al acecho.
La gente muere, pues asi es: un parpadeo y al otro ya estás muerto. El perro es donado y se aferra a los nuevos dueños.
Los viudos se casan nuevamente, andan de la mano, van al cine, se divierten y te olvidan poco a poco
La gente muere y somos rápidamente reemplazados en el puesto que ocupábamos en la empresa, en el trabajo.
Las cosas que ni siquiera usamos, son donadas y algunas tiradas a la basura.
Y es que cuando menos esperamos, la GENTE MUERE.
Pero por otra parte, ¿quién espera morir? Si la gente esperara la muerte, tal vez intentarían vivir mejor.
Tal vez usarían su mejor ropa hoy, usarían su mejor perfume, viajarían hoy, tal vez la gente se comería el postre antes del almuerzo. Tal vez la gente esperaría menos de los demás, porque si la gente esperara la muerte, tal vez perdonaría más, reiría más, apreciaría la naturaleza, y tal vez valoraría más al tiempo y menos al dinero.
Si la gente tuviera conciencia de que puede partir de este mundo en cualquier momento tal vez entendería que no vale la pena entristecerse con las cosas banales, escucharía más música y bailaría aún cuando no lo sepa hacer bien.
Porque el tiempo vuela. A partir del momento en que la gente nace, comienza el viaje veloz con destino al fin – y aún hay quienes viven con prisa!! Lo hacen sin darse cuenta del regalo de percibir, que cada día más es realmente un día menos, porque la gente muere todo el tiempo, muere poco a poco y muere un poco más , por eso hoy, en este momento, seamos sinceros y respondamos para nosotros la siguiente pregunta:
¿Si hoy fuera el ultimo día de tu vida querrías hacer lo que vas a hacer hoy? Porque si la respuesta es NO durante demasiados días seguidos, sabrás con certeza que debes cambiar algo de tu vida, para poder vivir.
FUENTE: LA RED DE REDES.