Hay veces que tenemos la suerte que el destino nos cruza con personas especiales ya sean familia, amigos o incluso gente que está muy lejos de nuestro hipotético entorno.
Para mí haber conocido a José Carlos Romero Lorente ( Más conocido como Kutxi Romero) es algo que no creo que olvide fácilmente, y creedme cuando os digo que he lidiado con mucha gente influyente y famosa en mi vida.
Tras varios meses de conversaciones desde la primera vez que nos vimos, él se prestó total y desinteresadamente a colaborar en una canción con mi banda de rock "Roto"
Así que sin más os cuento mis vivencias de "un día con una estrella del rock"
"Que pasa compadre, que dices alicates" esas fueron sus primeras palabras cuando la tarde de ese viernes hablamos por teléfono para organizar la grabación del día siguiente.
La idea era que Rubén y yo viajáramos hasta "Ruguilla" (Guadalajara) recién llegado de viaje montarle con nosotros y tras 50 minutos de carretera llegar al estudio, grabar y devolverle sano y salvo de nuevo al punto de partida.
El pobre sin apenas tiempo para descansar, se metió en el coche con dirección a Cabanillas donde teníamos el estudio. Allí nos esperaban Yuli y Javy que se habían ocupado del catering, Luis nuestro productor acompañado por su mujer y un buen amigo que harían las veces de anfitriones.
Todo estaba preparado, buena comida, buen vino mucha cerveza, un estudio de grabación y una jodida estrella del rock!! ¿Qué más se puede pedir?
Entre risas y anécdotas que nos contaba, todos aprovechamos la ocasión para hacerle preguntas y conocer más la parte humana de ese tío de barbas desaliñadas y gorro inseparable.
Cuanto más hablábamos y más cerveza caía la comunión resultaba evidente, estábamos disfrutando como niños chicos de algo que poca gente podía hacer, nos sentíamos super afortunados.
Podría contaros cientos de experiencias suyas pero hoy no es el caso, para la próxima seguro que sí...bueno que me lío.
Después de comer decidimos ponernos manos a la obra con la grabación, que aunque el cuerpo nos pedía fiesta, el trabajo es el trabajo.
Como si el cantante de Roto fuera él en vez de un servidor, en apenas unos minutos se quedó con la copla y bordó nuestra canción insignia. ¿Os he dicho que es un crack no?
El rock le salía por los poros y llenaba con su presencia el estudio y no solo por su corpulencia, que vaya pedazo tío por cierto.
La parte en la que ambos compartíamos micrófono y cantábamos el estribillo de la canción era la hostia, yo me sentía estrella por un día...como un niño con zapatos nuevos.
Con la canción perfectamente grabada, llegó la hora de marchar.
En la casi una hora de viaje de vuelta, ese pedazo de personaje nos dejó más flipados si cabe, hablando del mundo del rock y su agonía por la falta de público joven y de la vida en general.