Parece que fue ayer cuando la música entró como un tornado en mi
vida, con el primer dinero que junté compré mi primera guitarra y empecé
a practicar soñando que algún día formaría una banda.
Se suele
decir que las cosas pasan por caprichos del destino y ese desconocido
caprichoso (el destino) me hizo crecer junto a mi gran amigo Edu. La
música era el combustible de nuestra existencia y juntos decidimos
buscar gente con las mismas inquietudes que nosotros.
Desconozco
exactamente el año, pero recuerdo que en una tarde de verano Noel
apareció en nuestras vidas musicales afirmando que si nosotros teníamos
guitarras y amplificadores él pondría la batería con el primer sueldo
que ganase y crearíamos una banda.
Pletóricos por nuestra unión
buscamos un bajista, pero la cosa estaba complicada hasta que un joven
Saceda se unió a nuestro proyecto, y sin apenas conocernos se hizo
rápidamente uno más en el clan.
El nombre del grupo por unanimidad resultó ser "Braindead" y el estilo musical elegido el thrash metal.
La
sede social o local de ensayo lo teníamos a las afueras de la ciudad, y
a raíz de todo eso llegaron tiempos estupendos de música y buen rollo.
Tras
varios conciertos a nivel amateur, Braindead se transformó en Malicia y
el estilo musical un hardcore con influencias claras de Def Con Dos o
Metallica, pero con versiones de lo más variadas.
Nuestro primer concierto como Malicia fue en las fiestas de un instituto de la ciudad y eso no hizo más que abrir la lata.
En
los ensayos nos exigíamos mucho y eso tenía su repercusión en los
directos, creando un ambiente rara vez visto en aquella época en el que
el público realmente se divertía.
El sonido del grupo cada vez era
mejor y empezamos a tener bolos en auditorios, fiestas, locales o
pueblos, compartiendo camerinos con gente estupenda muchos de ellos hoy
en día famosos en su género musical.
Mas tarde se incorporó al grupo un buen guitarrista Siro y Malicia aumentó su calidad.
Nuestros
conciertos no tenían fines lucrativos, simplemente nos ponían de beber a
nosotros y a nuestros colegas y con eso nos bastaba...divina
adolescencia...
Así pasaron los años y Malicia desapareció, olvidándose todo hasta hace poco tiempo.
Un
día entre unos recuerdos viejos y olvidados encontré el master de una
maqueta que realizamos en una sala de grabación después de un concierto
como pago del directo ofrecido.
Edu la llevó a un estudio, mejoró
el sonido y el volumen, y se crearon unas portadas con la sana intención
que no se pierda aquel recuerdo de la adolescencia y juventud.
Cuelgo
el CD en el blog para quien lo quiera lo disfrute,
ahora que casi han pasado veinte años desde el principio de todo.
https://youtu.be/LtQz22VACkM
Juan Carlos.