Sin nada en claro mas que la evidente incompetencia de las fuerzas políticas, ya sea encontrando el cadáver de la niña o haciendo confesar a cualquiera de sus asesinos la localización del cuerpo para por fin recibir un entierro digno, todo sigue sin una justa solución.
La sensación que dan las autoridades españolas, es la de una camarilla incapaz de hacer justicia con unos niñatos asesinos y mal criados, capaces de vacilar respecto a la investigación y ocultar la prueba del delito con una profesionalidad escalofriante.
Cual republica bananera se tratase, en estas tierras escasea lamentablemente la justicia, puesto que se echa en falta el premio a la bondad y el castigo duro al delito.
Hoy han comenzado a declarar los 18 agentes de policía que participaron en la investigación del caso. Unánimemente coincidieron en afirmar que "el cuco" tras conocer por medio de los agentes, que se hallaba su ADN mezclado entre el de Marta, el menor se derrumbó y comenzó a llorar como un niño, confesando que la noche del crimen vio a Marta con mucha sangre en la escena del delito.
Tras varias conversaciones el joven accedió a declarar con la intención de explicar lo acontecido, pero cuando la dotación policial le llevo al juzgado de menores junto a su abogado, el joven finalmente no quiso revelar nada. Su confidencia en el coche no puede admitirse como prueba porque no estaba presente su abogado.
Entonces es cuando lanzo al aire la pregunta: ¿ ni conseguir la confesión de un menor podemos?
Juan Carlos.
