
El pasado día 17 de julio se cumplieron cinco años del trágico incendio en la zona de Riba de Saelíces (Guadalajara) en el que once personas murieron mientras ejercían su trabajo y su vocación, que no era otra que cuidar un bosque y protegerlo de las llamas durante un incendio. El motivo fue que unos mal nacidos e irresponsables domingueros que haciendo caso omiso de las prohibiciones decidieron hacer una barbacoa anteponiendo su felicidad a la vida de once agentes forestales.
Con estos renglones se podría resumir la penosa noticia, pero toda ella está envuelta en una vorágine de mentiras y nocivos politiqueos.
La incompatibilidad política entre el gobierno de Castilla la Mancha y el de Guadalajara, la ineptitud de todos los dirigentes involucrados, que desde determinadas autonomías ofrecieron medios para combatir el incendio y fueron rechazados por ser de distinta ideología, que se pidiese ayuda a Francia antes que a Madrid...
Lo cierto y triste fue que éstos héroes desconocidos murieron quemados, olvidados, gente con experiencia en el sector con alegrías e inquietudes frente a la vida, que les fue arrebatada pudiendo ser casi seguro evitado.
Quince hectáreas calcinadas, once vidas inocentes, riqueza natural y turística arrasada y hasta hoy olvidada, mientras responsables ya sea por acción u omisión siguen en la calle y a nosotros ¿ que nos queda? un monumento donde depositar flores y recuerdos.
Pedro, Alberto, Jesús, José, Mercedes, Manuel, Jorge Cesar, Marcos, Sergio, Luis y a Julio, héroes de carne y hueso tenéis mis respeto y admiración.
Pero el ser humano es torpe por naturaleza pues estas catástrofes se han seguido repitiendo en varias ocasiones como en Horta de San Joan y en el que casualmente los familiares de las víctimas también muestran su mal estar con las administraciones...¿casualidad?
Juan Carlos.